26 junio 2011

Vestida de nit

Se puede soñar todo el año con el momento de que lleguen las vacaciones o llamar vacaciones a ese momento que nos hará soñar todo el año.

Los músicos sobre el mar. El patio de butacas sobre la arena. Gente que asiste al espectáculo desde los balcones de sus casas y desde pequeñas embarcaciones varadas a ambos lados del escenario. Una sirena que, gracias a que la magia existe, ha conseguido que se le concedan las piernas sin tener que renunciar a la voz. Una melodía que compuso su padre para una letra que escribió su madre. Otra magia, la de la tecnología, permite repetir todas las veces que queramos un momento que desgraciadamente, ya nunca más se repetirá. Y sin embargo, exactamente dentro de una semana además del mar, la música, la arena, los balcones, las barcas, el público y la sirena, el papa volverá a estar allí. Y alguien con la ilusión de poder llevarse un poco de esa magia en la maleta.

Que me perdonen los publicistas, El Bulli, Dalí, Gala y la luz de Cadaqués. De tots els motius per triar la Costa Brava, aquest és el meu.



Mediterràniament.

Fins aviat!