Había que hacer este viaje para este parto ("ogni cosa al suo tempo..."). Una nana inspirada en una leyenda (mi post anterior parece un presagio).

Dicen que cuando el sol sabe del alumbramiento de una niña en Luna Nueva, se levanta muy temprano y va a su encuentro obsesionado por la idea de ser lo primero que vea al abrir los ojos. Junto a la cuna, la observa ensimismado mientras duerme. A veces se acerca tanto a los barrotes que el calor de sus rayos acaricia el semblante de la pequeña y la despierta. La niña, conmovida por este gesto, responde con un beso que hace que el sol se ruborice y arda con más fuerza. Y así, gobernado por un rojo incandescente, el día amanece.
Lejos de sentirse celosa, la Luna establece un vínculo inquebrantable con estas niñas a las que concede parte de su misterio y su protección, a cambio de que hagan realidad su sueño de convertirse en una mujer de carne y hueso."
Alicia (desde hoy Artemisa): Me temo que serás irremediable e irresistiblemente lunática.
Mother Mary y Father Fernis: sé que afinaréis muy bien la noche del estreno.
Menorca: ¡Gràcies per tot i Feliç Sant Joan!
1 comentario:
Ay Lady, me imaginaba que me iba a emocionar pero no tanto. Eres única, sabía que lo que te pedíamos era difícil, pero no lo has podido hacer mejor. Ya verás dentro de nada mi pequeña Artemisa va a estar cantando su canción.
Mil gracias.
Mother Mary.
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