21 noviembre 2007

Noviembre: Los sabios bajitos

Las canciones que nos cantan de niños nos marcan para siempre. La más maternal de las sanblaseras sigue comprobando en sus hijas los efectos relajantes de cantarles La Mariposa de Lole y Manuel, diecisiete años después.

Dice la profesora del curso más raro que he hecho en mi vida, que cada persona tiene su propia melodía. La forma más natural de expresarla es cantarle una nana a un niño porque en la base de esa nana, está la música que nos identifica a cada uno.

Seguro que todos los niños reconocen esa música en cada una de las personas que les cantan. Probablemente, yo misma a su edad lo hacía también y sin embargo, a mis años, me parece un descubrimiento fascinante. Aprendemos muchas cosas al hacernos mayores, pero tal vez olvidemos las más importantes. Tenemos mucho que desaprender.

Ayer fue el Día Mundial de la Infancia. Un beso a todos los pequeños que nos ayudan a redescubrir el mundo a través de sus ojos.

Y sobre todo a Alejandro, que hoy cumple un año. Ya sé que esta foto se ha quedado anticuada, que andas sin ayuda, que imitas a todos los animales, que llamas a papá, que sabes hacer el ruido de la moto, que nos entiendes cuando te preguntamos dónde están los juguetes, que les haces burla a los otros niños cuando lloran (eres un macarra...) y que cuando oyes piiii piii en Madrid, crees que es porque viene el del pan, como en el pueblo.

Hoy no podré ir a verte pero hazme un hueco este finde, que tienes que enseñarme muchas cosas.

Muchas felicidades, peque.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ooooooh! tan emotivo!! en vista de que estoy adoptando a las personas de tu vida, creo que llegó el momento de hacer una comida familiar, y así poder achuchar a tu pequeño alejandro, porque imagino que me vigilarás para que no le pueda raptar..está taan tiernito!
P.D, quizá debieras enfocar tu futuro hacia el mundo de las nuevas tecnologías, no lo has pensado?? una canción perfecta, digna de tu perfeccionismo habitual!

Gabuto dijo...

Y aún más que la propia melodía, que suena demasiado vegetariano, molaría tener la propia banda sonora:
"Voy a la compra"---> Dum didú didú didúmmm , didúm didúmmmmm

"Subo las escaleras del metro, camino del curro, bajo un cielo tormentoso"---> Chaann chaann chachaaaaannn tumtum tumtum tumtum...

Carrie de Barbate dijo...

Hola Lady!! cómo va tu curso? estoy deseando saber más.
Por cierto, monísimo el niño y cómo ha crecido!!
Besos

P.D. he actualzado el blog, para protestar pero he actualizado.

Flyingvolandas dijo...

Mi melodía era, si mal no recuerdo; estaba el señor don Gato, sentadito en su tejado, maramamiau, miau, miau, sentadito en su tejado... La tenía metida dentro, te lo juro, todo el día, y no podía deshacerme de ella. Me resultaba pelín siniestra y melancólica, y me evocaba la imagen de una corrala de barrio, de paredes tiznadas de negro, por el hollín y un olor acre, como de basura mojada, que lo impregnaba todo. Tengo mucho miedo. Sé que ese lugar existe, y que don Gato está allí, esperándome, acechando en la negrura, con esos ojos amarillos... por las noches susurra mi nombre.