29 noviembre 2006

Con la peineta cargada

Todo lineamadrileño ha de tener un escudo protector, un arma
defensiva que le proteja como un amuleto de las malas vibraciones de los ciudadanos. Para tal fin, y en honor al estadio vecino, en San Blas usamos las peinetas (de momento imaginarias), porque cuando llamas al siguiente número nunca sabes lo que te espera.

Algunos llegan y te llaman por tu nombre como si te conocieran de toda la vida, pero eso no es nada.


Es peor cuando entran disfrazados de ciclista (casco y chaleco reflectante incluídos) y se empeñan en dirigirse a Mademoiselle Rubaki en francés aunque son de Canillejas de toda la vida de Dios, pero claro para algo van a la Escuela de Idiomas. La Rubaki, por supuesto, contesta con monosílabos y en castellano, porque hablar con la hormiga atómica en francés y tener que aguantarse la risa no está incluído en el sueldo ni de coña.

Después los hay más heavies, ésos que ante la negativa de expedirles un certificado express amenazan con quedarse a dormir en la junta. Sí, sí, a dormir. Yo a esa gente la admiro. Otras, en cambio, después de tres intentos nos quedamos sin entradas para ver a Yllana porque en El Corte Inglés no les funciona la aplicación. ¿Por qué no les dije que me quedaba a dormir?...¡Qué fallo!

Y luego está éste, nuestro último hallazgo, el ciudadano alérgico al matrimonio: "Un certificado de empadronamiento"- Él y ella /
"¿Para qué lo necesitan?"- Yo / "Para el Registro Civil. Es que nos casamos."- Ella / "Ahh! ¡enhorabuena!" / "No sé yo si será enhorabuena".- Él


(...si será enhorabuena..., ...será enhorabuena...) A la novia y a mí, esas palabras nos retumban en los oídos mientras nos miramos. Lo ha dicho, lo ha dicho en voz alta, es más lo ha dicho apesadumbrado. Ella opta por sonreír enseñando dientes como la Pantoja y hacer como que no ha pasado nada, pero soy yo y con ése se casa su p*** madre. Al poco ya se han ido y lo suavizo pensando que se trataba de un comentario jocosillo, ya sabemos que los nervios se crispan antes de las bodas. Pero al día siguiente llega la confirmación:

"Un certificado para matrimonio" / "Muy bien" / "Disculpa un momento,... lo del divorcio ¿es muy complicado?"Yo me río claro, está de coña. Levanto la vista.
No, no lo está.
"¿Es mucho papeleo?" (insiste, clavándome la mirada)
Afortunadamente la novia se acerca antes de que yo empiece a teclear divorcio en munimadrid.


A ver, lo del cromosoma Y y la alergia al matrimonio lo sabía, pero lo de soltarlo porque sí y delante de la susodicha,... es algo para lo que tendré que programarme la peineta.

4 comentarios:

ariuca dijo...

Lady, el divorcio son 15 días con una agencia de divorcios de Internet, lo dijeron ayer en el telediario, y no hay ni que volver a verse la jeta. Te lo cuento para que se lo digas a la novia del susodicho si vuelve a pasarse por la Junta, porque con semejante especimen es quien debería empezar a pensar en ello.

Carrie de Barbate dijo...

que pasa que te veo muy dormida con los post últimamente...

El Cuarto de Invitados dijo...

jajajaja

y como hiciste para no seguir tecleando divorcio e imprimirle hasta el dni??

Flyingvolandas dijo...

Son cosas que uno tiene que saber antes de emprender la aventura del matrimonio, me parece una irresponsabilidad llevar a cabo un acto de tales consecuencias sin tener asegurada una vía de escape. Bien por ese hombre!